CUERPO EXTRAÑO FARINGEO

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Son sin duda alguna los cuerpos extraños más frecuentes en la práctica otorrinolaringológica. Pueden verse tanto en los niños como en adultos (sobre todo los portadores de prótesis dentales).

Habitualmente se trata de espinas, cartílagos, huesos pequeños, objetos metálicos o de madera presentes en los alimentos. Otros cuerpos extraños menos frecuentes son prótesis dentales, alfileres, monedas…

Hay múltiples formas de clasificarlos pero, desde un punto de vista práctico, los dividiremos en los que se pueden clavar o lesionar la mucosa (huesos astillados, espinas, palillos, trozos de concha…) y los romos (pastillas, monedas, bolas de carne sin hueso…). También se dividen en los inertes (no reaccionan con la mucosa) y los “activos” que pueden lesionar la mucosa por su mero contacto con ella (pilas de botón, algunas pastillas al deshacerse).

Clínica

Puede variar mucho en función de varios factores como su tamaño o el tiempo transcurrido desde que los tragaron. Inicialmente producen sensación de cuerpo extraño o dolor faríngeo, si su inserción ha sido traumática. Con el paso de las horas el dolor puede ir en aumento y aparece la dificultad para tragar. Si la evolución ya es de días también pueden presentarse infecciones asociadas al traumatismo que provocan (con fiebre alta y un empeoramiento del dolor y de la dificultad para tragar.

No debemos olvidar que en la inmensa mayoría de los casos son espinas muy pequeñas o ramitas de orégano o cualquier otra cosa que molesta pero tiene una nula capacidad de generar un cuadro clínico serio.

Diagnóstico

Es muy importante una correcta anamnesis (tipo de cuerpo extraño, localización de las molestias, tiempo que ha pasado desde la ingesta….). Lo más habitual es que el accidente ocurra cuando el paciente está comiendo. No obstante, cualquier tipo de objeto pequeño que acompañe a los alimentos puede convertirse en un cuerpo extraño (huesecillos, cáscaras, conchas…), así como cualquier cosa que se tenga en la boca (objetos extraños como alfileres, clavos, monedas). En los niños muchas veces recogemos el antecedente de que tenía dicho objeto en la boca jugando y lo deglutió accidentalmente.

Una vez interrogado se procede a la exploración de la cavidad oral y de la hipofaringe con el fin de localizarlo. La exploración se realiza en consulta, con anestesia local si el reflejo nauseoso es intenso (suele ser un spray); en esta fase se revisa la lengua y las amígdalas con una fuz frontal y un depresor. Si no se localiza se procede a la exploración de la hipofaringe mediante rinofibrolaringoscopia (se mete una fibra óptica por la nariz) lo cual permite una visualización excelente y no suele dar nauseas o mediante laringoscopia indirecta (con espejos laríngeos).

En algunos casos se puede recurrir a una exploración radiológica, pero sólo si el cuerpo extraño es grande o metálico (una espina o un hueso pequeño no va a verse)

Tratamiento

Se basa en la extracción del cuerpo extraño después de haberlo localizado. Si el cuerpo extraño es alto (lengua o amígdalas) la extracción suele durar segundos y se realiza en la consulta. En niños, pacientes con un reflejo nauseoso muy vivo o en el caso de cuerpos extraños localizados muy bajos (casi en la laringe o en la base de la lengua) puede ser necesaria la extracción bajo anestesia general pero sólo si se ha localizado y no se ha podido sacar o no se ha podido localizar pero la clínica es muy clara y el tipo de cuerpo extraño es potencialmente peligroso por su capacidad de lesionar la mucosa o provocar una infección (espinas grandes, agujas, huesos…).

Con frecuencia el paciente acude horas después de la ingesta y, tras una exploración meticulosa, el cuerpo extraño no se localiza. En esos caso la actitud viene determinada por la naturaleza del cuerpo extraño; si es pequeño e inerte suele optarse por una conducta expectante ya que en la mayoría de los casos los propios alimentos ingeridos posteriormente acabarán por desprenderlo sin incidencias pero se le indica al paciente que si las molestias persisten acuda a una nueva revisión en 24 o 48 horas. Si el cuerpo extraño es grande, la clínica en intensa o se trata de un cuerpo extraño “activo” (pila de botón o algunas pastillas que al deshacerse son muy irritantes) puede optarse por la exploración en quirófano bajo anestesia general aunque no se haya localizado en la consulta.

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