Nódulos o pólipos laríngeos

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Nódulos o pólipos laríngeos.

¿Qué son?
 Son formaciones que aparecen en las cuerdas vocales; el tipo de células que los forman varían si son nódulos o pólipos. Son benignos siempre y no tienen capacidad de degenerar en algo malo. No tienen relación directa con el consumo de tabaco, aunque el fumar empeora la situación y crea la posibilidad de que el paciente desarrolle algo malo.

Lesiones laríngeas

¿ Qué síntomas tienen?
 Los típicos son la disfonía, la fonastenia e incluso la fonalgia.
 La disfonía es la pérdida parcial de la voz, lo que coloquialmente se conoce como quedarse afónico. La evolución típica (en el caso de los nódulos) es la de un paciente que hace años que tiene episodios repetidos de pérdida de voz, que cada vez son más seguidos, más duraderos y de los que se recupera peor. La voz se va volviendo más ronca y pierde su timbre normal, al principio temporalmente y, a medida que va haciéndose grande el nódulo, luego permanentemente. En el caso de los pólipos, la presentación puede ser brusca; tras un esfuerzo importante de la voz (como un grito fuerte) el paciente presenta la disfonía y ésta ya no desaparece.
 La fonastenia es la fatiga que aparece en la región del cuello tras un esfuerzo continuado de la voz; es típico que los pacientes empeoren de la voz y de las molestias en la garganta a lo largo del día si no hacen reposo de voz.
 La fonalgia aparece cuando la inflamación es importante y el hecho de hablar provoca dolor.

¿ Qué los causa?
  La causa más frecuente es el abuso continuado de la voz, unido a un sobreesfuerzo al hablar.
 Este tipo de problema es muy frecuente en profesionales de la voz, como profesores, telefonistas, cantantes, profesores, etc, en los que se da un uso continuado de la voz unido a un entorno que les obliga a forzarla. Sin embargo, no hace falta ser un profesional de la voz para presentar este problema; hablar mucho y forzar la voz al hacerlo puede conducir, con en tiempo, a la aparición de estos problemas.
 El tabaco no causa directamente los pólipos o nódulos, pero es un factor irritante adicional que acelera su crecimiento.
 Inicialmente puede salir sólo uno, pero al ir creciendo y golpeando sobre la otra cuerda vocal al hablar, acaba por haber dos.

¿ Cómo se diagnostica?
 El primer paso del diagnóstico es la HISTORIA CLINICA, que nos informará del tiempo de instauración de la disfonía (súbita, progresiva), de su intensidad y de si has síntomas acompañantes (fonalgia, fonastenia) o de si hay antecedentes de exposición a sustancias puedan causarla (tabaco).
 El siguiente paso es realizar una LARINGOSCOPIA, inspección de la laringe para ver la forma, el color y el movimiento de las cuerdas vocales. El ver la lesión directamente, su aspecto, orienta el diagnóstico hacia nódulo o pólipo. La exploración se realiza mediante instrumentos de fibra óptica y en el despacho; generalmente no requieren de ningún tipo de anestesia aunque en ocasiones se usa un spray para dormir la garganta y evitar el reflejo nauseoso que la exploración puede provocar. Existen dos instrumentos para realizar esta exploración.

Telelaringoscopio y la imagen que se obtiene.

El telelaringoscopio se introduce por la boca mientras se sostiene suavemente la lengua del paciente. Tiene un ángulo de visión de 90º hacia abajo, por lo que al asomarse por detrás de la lengua da una imagen excelente de la hipofaringe y las cuerdas vocales. Si se acopla una luz estroboscópica (como flashes muy seguidos) permite ver cómo vibra la mucosa que recubre las cuerdas dándonos la posibilidad de realizar estudios dinámicos de la voz (laringoestroboscopia), pero puede resultar difícil o incluso imposible en pacientes con un reflejo nauseoso vivo.

Rinofibrolaringoscopio y la imagen que se obtiene.

El rinofibrolaringoscopio es un instrumento flexible que se introduce por la nariz y baja por detrás de la campanilla hasta obtener una buena visión de las cuerdas vocales; permite la exploración en pacientes con reflejo nauseoso vivo, pero su introducción por la nariz puede ser complicada si hay desviaciones del tabique. No permite realizar estudios dinámicos de la voz y la calidad de la imagen obtenida, siendo excelente, no es tan buena como con el telelaringoscopio.
 

¿Cómo se trata?
 Una vez vista la lesión, el tratamiento se establece en función de varios factores. El más importante es el impacto que tiene la disfonía sobre la calidad de vida y el trabajo del paciente; el segundo es el tamaño de la lesión.
 Si la lesión no es muy grande, puede disminuir mediante el uso de fármacos (habitualmente cortisona durante una o dos semanas) seguido por una rehabilitación foniátrica con logopeda, que enseñará al paciente cómo seguir manteniendo un ritmo de uso de voz normal previniendo la reaparición o empeoramiento de la lesión.
 Si la lesión ya es grande, los fármacos y la rehabilitación no son suficientes y la lesión debe extirparse mediante microcirugía de laringe. Es un intervención que se realiza bajo anestesia general y a través de la boca (no hay heridas externas). Habitualmente el ingreso es de 12 a 24 horas y la lesión suele remitirse para estudio anatomopatológico, como rutina. Tras la intervención el paciente presenta disfonía hasta que la herida cicatriza; posteriormente es recomendable la reeducación foniátrica ya que si no se cambia la técnica vocal del paciente, es frecuente que los nódulos o pólipos reaparezcan.